Por la mañana no me peso ya que no reuno las "condiciones" necesarias.
Hoy es el día de la semana en el que el libro de La Escalera Nutricional nos dice que podemos incorporar una porción de queso que no supere un 40/50% en materia grasa.
Para celebrarlo a mi habitual café con leche le acompañan un par de tostadas integrales con queso de untar light, en este caso de la marca Santé.
Después de desayunar, me pongo mi corset y comienzo con la faena de la casa. Ya me lo cierro del todo y tengo encargado otro de una talla más pequeña. No obstante cuando ya nos cierra por completo un corsé y queremos seguir reduciendo, lo recomendable es seguir usándolo así durante uno o dos meses para que los cambios se asienten, quiero decir, una vez llegado a este punto no es necesario ir corriendo a comprarse otro corset más pequeño.
Me llega un pedido y tengo que comprobarlo. Me faltan cosas y me toca reclamar, con fotos y todo eso. Dado que se me ha escacharrado el móvil y se apaga cada vez que intento hacer algo, me cuesta un rato muuuuy largo.
A media mañana me hago un batido de zumo de naranja con caqui y aroma de coco. Le añado el salvado de avena y el de trigo, aprovechando así la fibra de los salvados para frenar el índice glucémico de las frutas. El resultado no está mal del todo.
Ayer me sobró mucho salpicón, y aprovechando ese exceso, se convierte en mi comida de hoy.
Por fin he comprado té verde y por la tarde en lugar de café tomo una taza grande con dos sobre de té verde endulzado con unas hojas de stevia.
A media tarde tomo una porción de queso y sobre las 6:30 h me quito el corset y realizo mi entrenamiento diario. Hoy toca de nuevo pesas y musculación.
Después del ejercicio me tomo otra infusíon de genjibre y piel de naranja. La verdad es que con la humedad que está haciendo estos días solo me apetece beber cosas calientes.
Por la noche de primero tenemos crema de verdura, y de segundo, ternera. Y mañana... será otro día.
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