Motivos por los que llevar un corset victoriano. I Porque yo lo valgo



He visto mucho cine, y mucho de él, era de época.

Yo no sé a cuántas mujeres en el mundo les habrá pasado lo mismo, pero siempre he envidiado a las actrices por poderse poner ese tipo de ropa, esas faldas, esos miriñaques... pero sobre todo esa ropa interior y esos corsés. Resultan tan irresistibles...







Nunca me ha gustado llevar lo mismo que lleva todo el mundo, siempre me ha fascinado lo diferente, lo atrevido... Y me hubiera encantado llevar esos corsés que por cierto, a finales de los 80, la época en la que crecí, volvieron a estar de moda gracias a Madonna. Y la veía y me encantaba lo que llevaba y todo lo que hacía con ese corsé puesto. Pero eran unos años en los que no existía internet y solo podia comprarme cosas algo diferentes en Valencia. En fin, que los corsés fueron algo que siempre quise tener y nunca pude.

Pasaron los años, me casé, me divorcié, y encontré a otra persona con la que vivo actualmente. Su hija, una chica guapísima y muy valiente a la hora de vestir, se pone lo que le gusta sin pensar en qué dirán, fue quien me resucitó aquel trauma mío de no haber podido nunca tener un corsé.



Barbara es seguidora de la moda gótica y steampunk, y por supuesto, viste corsés. Cada vez que la veía con uno puesto, se me caía la baba de envidia, pensaba que sería caro, que no habría para mí, que soy mayor para comprarme algo así... Y me estaba equivocando guapamente. 


Me recomendó un par de páginas, y yo busqué también algo más de información, y más motivos para comprarlo (motivos que ya os iré desgranando poco a poco). 

Descubrí que hay todo un "Universo Corset", formado por muchas mujeres de muchas edades y muchos tipos, y que cada una de ellas lo usa por uno u otro motivo. 



Descubrí que había muchas páginas donde comprarlo y que la talla esta vez no iba a ser ningún problema. Después de leer todo esto, aunque si bien es cierto que no dí crédito a alguna de las cosas que ví por la red sobre esta prenda, ví que eran asequibles.


Y al final, me compré uno. Me lo compré con timidez, discretito en negro. Quería algo que me sirviera tanto como ropa interior como para poder ponérmelo con alguna prenda encima, debajo etc. La verdad que me lo ponía solo a ratos por no poder atármelo yo sola y no le saqué todo el jugo que podría haberle sacado de no haber sido así. 


Porque ahora que tengo más corsets y más experiencias con él, puedo afirmar que el placer de tener un corset y ponértelo es narcisista, no buscas enseñarselo ni seducir a nadie con él, para eso está la lencería de toda la vida. El corset es una prenda que se adquiere para toda la vida (si no varías mucho de talla), usar el corset de vez en cuando es disfrutarlo, es una cosa que te hace una figura de de época y te hace sentir como un mujerón de las peliculas y series de época, te proporciona momentos como el coleccionista de sellos que de vez en cuando abre las carpetillas y los mira uno a uno por el simple hecho de tenerlos.


Así pues, no sé si me entendereréis pero si alguien me pregunta:



"¿Por qué te has comprado esos corsets?"
 Le diré: " Porque yo lo valgo."


















No hay comentarios:

Publicar un comentario